miércoles, 4 de diciembre de 2013

Patógenos de transmisión alimentaria: Toxoplasma gondii

Toxoplasma gondii es un protozoo parásito, con un ciclo de vida bastante complejo.

Fotografía cedida por Margarita Carvajal *

Aunque puede infectar a cualquier animal de sangre caliente, en principio es un parásito del gato y de sus presas (pequeñas aves y pequeños roedores). Los protozoos infectan las células del intestino del gato, desde donde se reproducen, liberando sus esporas con las heces. Las esporas quedan en el suelo durante años, hasta que algún ratón (u otro animalillo) las ingiere. En ese momento el protozoo se multiplica e infecta las células musculares y del cerebro. Según recientes estudios atacan determinadas zonas cerebrales, haciendo que su "presa" se acerque a los gatos, en lugar de huir. Cuando el gato se come al infortunado animalillo, ingiere también los parásitos instalados en sus músculos, cerrando el ciclo.

El humano puede infectarse tanto con los quistes musculares (como lo haría el gato) como con las esporas (como lo haría el ratón).
El primer caso tiene lugar cuando nos alimentamos carne poco cocinada de animales infectados (aves, conejo, cerdo, cordero, ...), siendo el caso más frecuente. En el segundo caso es necesario estar en contacto con las heces del gato y una falta de higiene en la manipulación de alimentos.

Cuando el humano se infecta sufre, como las presas del gato, el ataque en músculos y cerebro. Generalmente es una enfermedad crónica y asintomática, aunque parece ser que en algunos casos puede producir ciertos cambios de comportamiento y ciertas neurosis, y en casos graves, encefalitis, que puede ser mortal.
La infección es mucho más grave en el caso de mujeres embarazadas, dado que Toxoplasma pasa hasta el  feto provocando graves malformaciones o muerte fetal.

Para prevenir la toxoplasmosis desde la cocina es necesario:
  • cocinar muy bien las carnes (todas las partes, incluido el cetro de las piezas, deben alcanzar al menos 72ºC).
  • lavar y desinfectar bien todos los utensilios y las superficies de cocina.
  • lavarse bien las manos antes y después de la manipulación de los alimentos.
  • evitar los embutidos crudos (jamón, lomo, chorizo, salchichón, ...), especialmente en el caso de las mujeres embarazadas.
  • y, por supuesto, evitar que entren gatos en la cocina y puedan estar en contacto con los alimentos, así como extremar la higiene después de manipular la arena de los gatos.

Para saber más:
- http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000637.htm
- http://www.serviciodepromociondelasalud.es/articulos/505-prevenir-la-toxoplasmosis-desde-la-cocina



* Fotografía cedida por Margarita Carvajal




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