La correcta manipulación de las aves en la cocina

Las aves, tanto de corral (pollo, pavo, pato, ...) como salvajes (perdiz, faisán, ....), son una fuente permanente de posible contaminación alimentaria debido a que contienen en su flora intestinal bacterias potencialmente patógenas para el ser humano (Salmonella sp., Campylobacter sp., ...).

Si no se toman las medidas oportunas en la cocina los alimentos pueden llegar a la mesa con su carga de bacterias vivas, provocando intoxicaciones alimentarias más o menos graves según los casos.




Afortunadamente las medidas a tomar para evitar la contaminación son muy sencillas:

• Mantener la cadena de frío para evitar el crecimiento de bacterias sobre el alimento.
• Cocinar muy bien la carne de aves, evitando que queden crudas o mal cocinadas. De esta forma se eliminan las bacterias y se evita la transmisión de enfermedades.
• Descongelar completamente en refrigeración (de 0º a 4º) las carnes de aves congeladas antes de iniciar el cocinado. De esta forma se asegura que durante el cocinado el calor llega al interior del alimento de manera homogénea, eliminándose completamente su carga de bacterias patógenas.
• Evitar la contaminación cruzada, utilizando cuchillos, tablas y otros instrumentos exclusivos para manipular la carne cruda y lavándolos y desinfectándolos correctamente (mejor en lavavajillas) antes de usarlos para otra cosa.