miércoles, 20 de mayo de 2015

Cocinas de ficción: el bar de Amelie

Hoy analizaremos desde el punto higiénico-sanitario el bar de Amelie (que por cierto, existe de verdad). ¿Recordáis la escena del bar? Refrescaos la memoria.


Al empezar la escena, se ve a la protagonista detrás de la barra secando la vajilla con un paño de tela. El uso de los paños de tela está restringido: si los paños se emplean para secar la vajilla exclusivamente y se cambian cada día, se podrán utilizar.
Ahora bien, no se pueden usar paños de tela para secarse las manos y secar las superficies de trabajo. En su lugar se debe emplear papel de un solo uso.

Ninguna de las trabajadoras lleva anillos, pulseras o relojes en las manos ni tampoco pendientes o cadenas. Cuando se manipulan alimentos no se debe llevar bisutería ni joyas.

Como vemos, Amelie y sus compañeras mantienen buenas prácticas y todo está muy limpio. 

Pero por muy limpia que esté la mesa, yo no comería el azúcar ni nada que se haya caído directamente en ella. En esas superficies hay millones de gérmenes campando a sus anchas.




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